lunes, 14 de septiembre de 2015

SOLEMNIDAD DOLORES GLORIOSOS


15 de septiembre 
NUESTRA SEÑORA, LA VIRGEN DE LOS DOLORES 
PATRONA PRINCIPAL DE NUESTRA ORDEN

 Solemnidad

La Madre piadosa estaba junto a la cruz, y lloraba mientras el Hijo pendía, cuya alma triste y llorosa, traspasado y dolorosa, fiero cuchillo tenía. ¡Oh cuán triste y afligida estaba la Madre herida, de tantos tormentos llena! Cuando triste contemplaba y dolorosa miraba el Hijo amado la pena. ¿Y cuál hombre no llorara si a la Madre contemplara de Cristo en tanto dolor? ¿Y quién no se entristeciera, Madre piadosa, si os viera sujeta a tanto rigor? Por los pecados del mundo, vio a Jesús en tan profundo tormento la dulce Madre. Vio morir al Hijo amado que rindió desamparado el espíritu a su Padre. ¡Oh dulce, fuente de amor!, hazme sentir tu dolor para que llore contigo. Y que, por mi Cristo amado, mi corazón abrasado más viva en él que conmigo. [Y, porque a amarlo me anime, en mi corazón imprime las llagas que tuvo en sí. Y de tu Hijo , Señora, divide conmigo ahora las que padeció por mí. Hazme contigo llorar y de veras lastimar de sus penas mientras vivo;
porque acompañar deseo en la cruz, donde lo veo, tu corazón compasivo. ¡Virgen de vírgenes santas!, llore ya con ansias tantas que el llanto dulce me sea; porque su pasión y muerte tenga en mi alma de suerte que siempre sus penas vea. Haz que su cruz me enamore y que en ella viva y more de mi fe y amor indicio; porque me inflame encienda y contigo me defienda en el día del juicio. Haz que me ampare la muerte de Cristo, cuando en tan fuerte trance vida y alma estén; porque cuando quede en calma].